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sábado, 15 de marzo de 2014

12:08

Han pasado seis años desde aquel incidente, yo un joven universitario que estudiaba de día y trabajaba de noche en un bar por mis escasos recursos, mi hornada laboral se extendía desde las 6:00 pm a las 12:00 pm, desde ahí en adelante Carlos, otro trabajador continuaba, prácticamente el bar nunca cerraba. 

Durante los lunes hasta los viernes casi no había clientela, pero eso cambiaba los sábados y domingos porque la gente tenía tiempo para dedicárselo, pero un martes todo fue distinto, el reloj casi marcaba las 12:00 pm, así que me aliste mi quite mi traje de barman y me senté frente al bar hasta que Carlos llegara pues no podía dejarlo solo y ni siquiera tenía llaves como para cerrar e irme, mire el reloj, 12 en punto, decidí llamar a Carlos para ver qué pasaba, me dije que se había retrasado que ya había tomado un taxi, colgué al cabo de unos minutos un hombre alto con sombrero entro al bar, mi deber era atenderlo así que solo me puse el delantal y le pregunte que quería, con una vos casi de llanto me dijo, “unos cigarrillos y una cerveza”, cogí todo eso y él se sentó en una de las mesas donde una bombilla no servía por tanto no se podía casi ver su rostro tomo la cerveza antes de ponerla en la mesa y le pregunte cuantos cigarrillos quería, me contesto, “deja la caja”, tomo el primer cigarro y se lo puso en la boca y levanto la cabeza como dando me la señal de que lo encendiera, saque mi encendedor y al prenderlo vi algo que, de lo que me arrepiento, pues hubiera deseado decirle de que el barman se había ido, o que el bar ya había cerrado. un ser sin ojos y con la cara demacrada al parecer por cortadas de cuchillo, sentía el corazón en la garganta mi respiración se hacía sonora, lo único que deseaba era que Carlos llegara a socorrerme, el ser tomo mi mano y la acerco al cigarro, se encendió fumo y exhalo el humo en mi rostro mi ojos se oscurecieron, de pronto escuché la campana de la puerta que suena cada vez que alguien entra, era Carlos por el humo mis ojos se nublaron y no veía nada parpadee y ya no estaba, ese humano o lo que sea había desaparecido.

Le pregunte a Carlos se alguna vez había notado algo similar y dijo que no, pero, me mostró un periódico de un hombre al que en este mismo bar, una pandilla había matado cortando y arrancándole los ojos y al parecer todo empezó en esa misma mesa donde solo se halló sangre, un cadáver, cigarrillos y un botella de cerveza rota, desde ese día robe las llaves del bar y les saque copias para cuando dieran las 12:00 pm me largara desde ese día entendí porque Carlos siempre llegaba tarde.

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