Los otros 3 sobrevivientes, fueron inmovilizados
fuertemente y llevados hacia instalaciones médicas. Dos de ellos, con cuerdas
vocales intactas, demandaban continuamente más gas para permanecer despiertos.
El más herido de los tres, fue llevado al único cuarto de
cirugía que había en las instalaciones. En el proceso de su preparación para
colocar nuevamente sus órganos en su lugar, se notó que el sujeto era
totalmente inmune a los sedantes. Peleo furiosamente cuando el gas anestésico
se le estaba colocando. Se necesitó un poco más de anestesia de la normal para
sedarlo, pero al momento que sus ojos se cerraron, su corazón se detuvo. En la autopsia,
se encontró que en su sangre, había 3 veces la cantidad normal de oxígeno.
También se rompió 9 huesos en la lucha para no ser controlado.
El segundo sobreviviente, era el que primero grito del
grupo. Con sus cuerdas vocales destruidas, el no pudo objetar la cirugía, y
solo reaccionaba agitando violentamente la cabeza en desacuerdo cuando se le
administraba el gas anestésico. Afirmo violentamente con la cabeza cuando
alguien sugirió en hacer la cirugía sin anestesia, y no reacciono durante la misma,
que duro 6 horas, en la cual se intentó reemplazar sus órganos abdominales y
cubrirlo con lo que quedaba de su piel. El cirujano afirmo que era médicamente
que el sujeto siguiera con vida. Una enfermera aterrada que ayudo en la
cirugía, comento que la boca del paciente formaba una sonrisa cada vez que sus
ojos se encontraban.
Cuando la cirugía termino, el sujeto miro al cirujano y
empezó a hacer sonidos fuertemente, como tratando de hablar. Asumiendo que esto
era de gran importancia, el cirujano le entrego un papel y una pluma, para que
el paciente pudiera comunicarse. “Sigue cortando” escribió…
Se le hizo la misma cirugía sin anestesia a los otros dos
sujetos. Se les tuvo que inyectar un paralítico, pues ellos reían
constantemente, y le era imposible realizar la operación axial al cirujano. Una
vez paralizados, solo podían interactuar con sus ojos. En el momento en que
pudieron hablar nuevamente, exigieron una vez más el gas estimulante. Los
investigadores trataron de averiguar porque se lastimaron de esa forma axial
mismos, y porque querían el gas nuevamente.
La única respuesta fue: “Debo permanecer despierto”.
Se reforzaron a los 3 sujetos y los devolvieron al
cuarto, para espera de su destino. Los investigadores, enfrentando la furia de
sus “benefactores” militares, por haber fallado las metas del proyecto,
consideraron dar eutanasia a los prisioneros. El comandante, un ex KGB vio
potencial en el proyecto, y en su lugar decidió ver qué pasaría si ponían el
gas nuevamente. Los científicos se negaron rotundamente, pero al final,
tuvieron que aceptar.
En preparación para ser sellados nuevamente en el cuarto,
los prisioneros, fueron conectados a un monitor EEG. Para sorpresa de todos,
los tres dejaron de pelear en el momento que se dieron cuenta que los
regresarían al gas. En este momento, era obvio que los tres estaban haciendo un
gran esfuerzo por mantenerse despiertos. Uno de los prisioneros, estaba
murmurando una canción; El sujeto mudo, peleaba con sus ataduras de piel, como
si tratara de enfocarse con algo. El ultimo sujeto, mantenía su cabeza en la
almohada, y parpadeaba rápidamente. Siendo este, el primero al que se le puso
el EEG, la mayoría de los investigadores monitoreaban sus ondas cerebrales con
sorpresa. Eran normales la mayor parte del tiempo, algunas veces, aparecía una
línea recta de manera inexplicable. Parecía que repetidamente sufrían de muerte
cerebral. Mientras analizaban los datos, una enfermera noto que los ojos del
sujeto se cerraron. Sus ondas cerebrales cambiaron inmediatamente por las de
sueño profundo, luego se pusieron rectas, y de manera simultánea, su corazón se
detuvo.
El único sujeto que quedaba que podía hablar comenzó a
gritar para que lo encerraran en ese momento. Sus ondas cerebrales mostraba las
líneas rectas del sujeto que acababa de morir por quedarse dormido. El
comandante dio la orden de sellar el cuarto con los dos prisioneros dentro,
junto con 3 de los científicos. Uno de los 3, inmediatamente tomo un arma y
abrió fuego contra el comandante, matándolo de un tiro entre los ojos. Después
apunto al prisionero mudo, y le voló el cerebro.
Apunto al prisionero que quedaba vivo, mientras que los
demás investigadores escaparon del cuarto. “No me encerraran con estas cosas!
No contigo!”, le gritaba al prisionero que estaba atado al camastro. “QUE
ERES?!” Demando. “Necesito saber”!”
El prisionero sonrío.
“¿Tan fácilmente te has olvidado de mí?”, el prisionero
pregunto. “Somos ustedes”. “Somos la locura que está encerrada en todos
ustedes, rogando por libertad en cada momento de tu vida, desde lo más profundo
de tu mente animal. Somos aquello de lo que te escondes en tu cama todas las
noches. Somos lo que duermes y silencias y paralizas cuando te vas a tu cielo
nocturno, donde no te podemos alcanzar”.
El investigador hizo una pausa. Apunto al corazón del
prisionero y disparo.
El EEG mostró una línea recta mientras el sujeto
débilmente murmuro “Casi… tan… libre"
Comenten y compartan si les gusto la historia y le recordamos como siempre que no olviden votar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario