Este incidente fue explorado con anterioridad en la entrada: “Los 7 hechos terroríficos que no tienen explicación,” pero ha aparecido nueva
información y hallazgos que hacen del caso de Elisa Lam algo todavía más
abominable.
Para empezar hay que hablar un poco sobre lo que ha sucedido en todo el
tiempo desde aquella entrada. La policía de Los Ángeles cerró el caso, cosa que
asqueo a mucha gente interesada en él. El departamento de inteligencia al
servicio de la ley no encontró ninguna explicación lógica a la horrible muerte
de esta mujer ni al espeluznante vídeo que tomó la cámara de seguridad del
elevador con las últimas imágenes de ella con vida.
Pero gente que estudia el caso descubrió coincidencias tan
escalofriantes que es casi imposible encasillarlas en la casualidad.
Primero hagamos un breve repaso del hecho en febrero del año 2013
inquilinos del hotel Cecil de Los
Ángeles, Estados Unidos reportaron que el agua que salía de los grifos y la
regadera tenía color extraño, quienes tienen la costumbre de tomar de tomar
agua de ahí dijeron que el sabor no era nada bueno. Quienes se vieron ensuciados
por el color y la sustancia viscosa y extraña que apareció en el agua al ducharse
dijeron que tampoco olía muy bien.
Empleados del hotel fueron despachados a la azotea donde se reposan los
tanques de agua, al abrir uno por uno con mucho esfuerzo los contenedores se vieron
cara a cara con el horror
Un cuerpo en avanzado estado de descomposición, que luego los forenses
dictaminaron que había estado no menos de 19 días inmerso el fondo cuando lo
hallaron.
Un montón de turistas, horrorizados, asqueados y perplejos, hicieron su
check out del hotel inmediatamente, algunos fueron devueltos a sus estados de
residencia, otros a sus países de origen con el recuerdo de unas vacaciones
traumáticas, más que cualquier otra cosa
Mientras tanto la policía de Los Ángeles, con ayuda de otras fuerzas del
orden y las cámaras de seguridad del hotel identificó el cadáver. Se trataba de
una canadiense de origen asiático de 25 años llamada Elisa Lam. Era inquilina y
el último testimonio de vida que se recogió de ella fue este vídeo tomado con
el mismo día de su muerte.
Ver este material crudo es tenebroso porque ninguna de las otras cámaras
de seguridad del Hotel Cecil captó nada raro, ni en el lobby, ni en los
pasillos, ni en ninguno de los pisos, sin embargo en el video vemos que Elisa se
encuentra aterrorizada, asediada, acosada por algo que al parecer sólo ella puede
ver.
El espantoso modo en que murió en ese mismo día es el poderoso indicio
de que este material tan extraño debe ser tomado muy en serio. El cuerpo de la Señorita
Lam, quizá vivo quizá muerto, fue depositado en el interior de un tanque de
agua que debe ser abierto, usando herramientas y varios brazos con fuerza
suficiente.
Ni las cámaras, ni los inquilinos, ni los empleados, ni las miles de personas que son capaces de
ver día y noche a la azotea del Hotel Cecil desde los numerosos rascacielos de
la metrópolis, vio absolutamente nada.
La policía de Los Ángeles, por su lado, hizo su exhaustiva labor
científica, y si bien la realidad es muy distinta a las series televisivas a
las que estamos acostumbrados, ésta sí que da un indicio verídico de hasta qué
punto son capaces de llegar y con qué recursos cuentan las fuerzas del orden
estadounidenses para resolver un homicidio. Todo esto se aplicó en este
incidente que tuvo repercusión nacional sin dar ningún fruto.
El caso de Elisa Lam no tuvo solución, de hecho, fue catalogado como un
accidente.
Recientemente apareció nueva información, que lejos de ayudar a resolver
esto, echa leña al fuego y hacen del incidente de Elisa Lam algo francamente
enloquecedor. Resulta que este hotel fue, en el año 1985, el lugar de
residencia del asesino serial, Richard Ramírez, hombre que mató a 14 personas y
que la prensa había apodado: “El acechador nocturno.”
Ramírez era conocido por desfigurar a sus víctimas a fuerza de puñaladas.
Más tarde en 1991, el Hotel Cecil era hogar de otro asesino serial, que también
pagaba la renta para vivir ahí. El Sr. Jack Unterweger muy bien, enfermo
homicida que asesino de 10 a 15 prostitutas antes de su aprehensión y posterior
suicidio.
Los hoteles generalmente albergan a mucha gente con muchas historias
distintas, pero aun así, que el Hotel Cecil tenga historial de haber sido el
lugar de residencia de dos asesinos seriales famosos es un hecho de uno en un
millón.
Este edificio de 14 pisos, construido en el año 1927, fue conocido en Los
Ángeles por ser también el lugar de despedida de muchos suicidas.
Hubo una gran cantidad de personas que saltaban desde las ventanas de
los pisos superiores. Un caso particularmente mórbido fue el de una mujer que
cayó al vacío y mató a un transeúnte que caminaba por la acera al desplomarse
sobre él.
¿Hace falta decir que además de un número altísimo y no determinado de suicidas,
este hotel fue también famoso antes del caso de Elisa Lam y de los asesinos
Richard Ramírez y Jack Unterweger, por haber sido el lugar del suceso de tres
asesinatos horrorosos? ¿Hace falta decir que paralelamente a todo ello éste es
tenido popularmente como el edificio más misterioso y escalofriante de Los
Ángeles? Y no olvidemos que este también es el lugar donde docenas de
inquilinos en el año 2013, tomaron y se ducharon con el agua que contenía los restos húmedos del
cuerpo de Elisa Lam.
Todo lo que leíste no fue la trama de un libro de terror, sino algo
completamente real, y paso ahí.
Oye por que dross dice lo mismo?
ResponderBorrarElizabeth Short, la mujer que mutilaron horriblemente, apodada "La dalia negra", fue la imagen del hotel Cecil (hoy, Stay on Main), en los años 20. Este lugar tiene una vibra bastante fea.
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