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martes, 25 de febrero de 2014

"El Profesor"

El odio provoca que tomemos decisiones que pueden ser errores…Algunos fatales.
¿Alguna vez has tenido un profesor  que desearías golpear con todas tus fuerzas? ¿Has sentido la impotencia de que un maestro de colegio abuse de su poder y  llegue incluso a burlarse de ti? Bueno, esas cosas son las más comunes en las escuelas, sobre todo en un nivel de educación superior donde los alumnos dependen completamente de aprobar todas sus materias o se quedan fuera de la escuela, por lo tanto siempre hay uno o varios maestros de este tipo.
En fin, digo todo esto porque ese tipo de abusos no suelen pasar de corajes por parte de los alumnos, excepto en ciertos casos y uno de esos casos se convirtió en un tipo de leyenda urbana en la ciudad donde vivo, en una preparatoria que está en la zona céntrica.


La leyenda habla sobre un grupo de alumnos que hace siete años cometieron un grave error que tuvo consecuencias fatales. La historia completa de lo que sucedió sigue siendo un misterio, la única evidencia es el testimonio de uno de esos jóvenes, el cual conto todo lo sucedido. Según el testimonio de ese joven la leyenda dice así:
En el año 2006, en una preparatoria, [su nombre preferimos mantenerlo oculto] un día, un grupo de jóvenes estaban cursando el último año. Se encontraban a escasos dos meses de terminar y por fin salir para seguir sus estudios, sin embargo hubo algo que los detuvo, un profesor llamado Alejandro.  Este tenía apenas dos años impartiendo clase en esa preparatoria y ya se había ganado apodos como el duro o el imposible, debido a su carácter rígido y nada volátil,  pero sobre todo que era el profesor al que más alumnos  reprobaba. Sin embargo, por alguna extraña razón todos los alumnos que reprobó se fueron de la ciudad o se fueron a escuelas apartadas, los rumores dicen que quizás los hacía sentir tan mal que no podían volver a pisar la preparatoria o acercarse a ella. En fin, este grupo de alumnos lograron aprobar todas las asignaturas excepto la del profesor Alejandro y por más que lo intentaron nuca lograron subir ni un poco su calificación. Estuvieron intentando por todos los medios pero ni el director o subdirector pudieron hacer entrar al maestro en razón, por lo cual los alumnos se sintieron frustrados, sus días en la preparatoria estaban contados y además se irían sin nada, todo por un profesor amargado. Así que debido a la situación tan desesperada, uno de los alumnos comenzó a perder la paciencia, a tal grado que reunió a cuatro de sus compañeros y los convenció de que si no iban a poder cambiar su calificación, al menos el maldito amargado de Alejandro recibiría lo que se merecía.
Este joven llamado Julián ya había planeado todo, iban a seguirlo hasta su casa el último día de clases, iban a esperar a que llegara la noche y entonces entrarían, lo golpearían hasta dejarlo inconsciente y le robarían algunas cosas que tuviera en su casa. Quizás debido al coraje o la desesperación que sintieron los cuatro jóvenes acudieron a llevar a cabo este plan que para ese momento parecía perfecto. Contaban con que haciendo eso quizás Alejandro cambiaría su forma de ser y si no sería así al menos lograrían desquitar lo que les estaba haciendo.
La tarde de un viernes en el mes de septiembre fue la fecha en donde ocurrió ese accidente que al día de hoy no han podido resolver. Los jóvenes llevaron a cabo el plan justo como se había dicho, siguieron al profesor y esperaron a que callera la noche. Lo que les pareció extraño fue que desde que llego a su casa no volvió a salir ni una sola vez y nadie más llegaba, ni su esposa, ni algún amigo o familiar. No conocían nada de su vida personal pero era un hombre que pasaba de los 35 años, asumían que tenía una vida. En fin, dejando eso a un lado se abrieron paso hasta la puerta de su casa. Abrir la puerta no fue ningún problema, Julián se aseguró de que alguno de los compañeros que había invitado tuviera conocimientos de este tipo, no era cerrajero pero bien sabría cómo abrir una puerta.
Al entrar trataron de hacer el menor ruido posible, rápidamente notaron que no había nadie a la vista, si Alejandro estaba en alguna parte de la casa la planta baja no era ese lugar. Todo estaba apagado, incluso los relojes estaba detenidos,  era como si en esa casa no hubiera suministro de luz. Les pareció aún más extraño eso que el hecho de que no había movimiento en la casa, pero ya en ese punto ninguna cosa los distraía de su objetivo: saciar su sed de venganza contra ese hombre, así que continuaron.
Recorrieron todo el primer piso, era una casa común y corriente no tenía nada en especial, por lo tanto nada que pudieran robar. Uno de ellos noto que había una puerta que conducía al sótano y decidieron dividirse tres al piso de arriba y dos bajarían al de sótano. Julián decidió ir arriba porque probablemente es donde Alejandro se encontraba [el joven que relató esta historia es uno de los que iban con Julián al segundo piso] subieron lentamente, evitando hacer el mas mínimo sonido porque sabían las consecuencias que traería si Alejandro los veía allí antes de lo planeado.
En el piso superior habían tres habitaciones, dos recamaras y un baño que se conectaba a las escaleras por un pasillo largo. Julián y los otros dos jóvenes avanzaron y entraron a una de las habitaciones solo para encontrar cuartos totalmente vacíos, literalmente no tenían nada, solo una cortina que cubrían las ventanas y eso era todo, eso no parecía tener sentido. Justo cuando estaban contemplando eso, algo hizo que a los tres les recorriera un escalofrió desde los pies a la cabeza, era el sonido de alguien subiendo las escaleras muy rápidamente. En ese mismo instante los tres se escondieron lo más rápido que pudieron, sostuvieron sus bates de beisbol muy fuertemente y esperaron a lo que sea que fuese a pasar, ya no había vuelta atrás, ya no había segunda oportunidad, si Alejandro venia hacia ellos por haberlos escuchado, este era el fin de una u otra manera.
Cuando los pasos se acercaron más y más el miedo incrementaba al mismo tiempo que la adrenalina,  pero repentinamente los pasos se detuvieron y se escuchó un golpe fuerte en el piso.
Definitivamente quien sea que venía había caído al piso de una manera muy inusual, esperaron unos cuantos segundos y al darse cuenta de que ya no había nadie más salieron de las habitaciones solo para encontrase con uno de sus compañeros completamente tendido en el piso del pasillo. Se acercaron para auxiliarlo pero notaron que se encontraba inconsciente y que además tenía marcas de golpes y rasguños como si hubiera peleado o intentado huir de alguien. Lo primero que paso por su mente era lo más lógico, Alejandro los descubrió y ahora el ultimo de sus compañeros seguía en el sótano quizás siendo golpeado por el o tal vez algo peor. Tomaron entre dos de ellos a su compañero inconsciente y se disponían a salir del lugar y hablarle a la policía, ya habían cometido un grave error y estaban dispuestos a afrontar las consecuencias, todos excepto Julián. Estaban sugiriendo la opción de hablarle a la policía pero Julián enloqueció, comenzó a golpear a quien sugirió esa idea y dijo que terminarían en prisión, ya no había vuelta atrás, no volverían a estudiar jamás y sus vidas estarían arruinadas. Julián se dio cuenta de que no tenían mucho tiempo así que dejo a un compañero junto con el que permanecía inconsciente y se fueron, junto con el joven que relato esta historia, hacia el sótano con sus bates en la mano y dispuestos a lo que sea.
Comenzaron a bajar unas escaleras que se veían más largas de lo normal, lo extraño fue cuando vieron que ya tenían más de un minuto bajando escaleras y estas no parecían tener  final, el miedo comenzó a arrimarlos pero tenían que ir por su compañero, no había otra opción. Finalmente llegaron a una puerta, dicha puerta tenía grabados extraños que ninguno de los dos había visto antes, lo cual aumentaba la rareza de todo esto. Julián le dijo a su compañero que iban a entrar rápidamente, iban a buscar primero a Alejandro y después a su compañero para entonces salir de allí.
Abrieron la puerta y entraron, solo después de dar un paso o dos se mantuvieron completamente estáticos contemplando la escena más horripilante que habían visto.
Ese lugar era un cuarto muy grande para ser un sótano, parecía formar parte de la más retorcida pesadilla que jamás alguien se pudiera imaginar, era el mismo infierno. En la pared habían extremidades humanas colgadas como si fueran algún tipo de trofeos, incluso había cabezas humanas colgando como si se tratara de carne de res, había camillas por todas partes llenas de personas mutiladas, incluso había cuerpos que aún se movían y otros que se quejaban de dolor, era una escena simplemente horripílate, no hay manera de describir lo siniestro que se veía. Tan pronto como sus mentes terminaron de asimilar lo que estaban viendo, reaccionaron de la manera más humana que puede haber, trataron de huir del lugar, pero para su sorpresa al voltear hacia atrás la puerta por la que habían llegado había desaparecido y en su lugar estaba una pared con más de estas atrocidades, al ver esto sintieron que ya no había vuelta atrás todo había terminado el pánico lleno sus cuerpos y les hizo perder la cordura. Empezaron a correr hacia atrás esperando llegar a una puerta o cualquier tipo de salida del lugar infernal, mientras corrían Julián noto que su compañero estaba encima de una camilla, amarrado, y se detuvo para ayudarlo el otro joven siguió corriendo su miedo era demasiado grande como para detenerse  y además justo en ese momento logro ver a lo lejos lo que parecía ser un a puerta,  no se tropezó para nada incluso tropezaba con cadáveres en el suelo y se levantaba rápidamente pero no detenían. En un momento volteo hacia atrás y vio como Julián intentaba quitarles la cerradura a su compañero mientras en la sombra una figura se asomaba por detrás de ellos lentamente, el joven intento gritarle a Julián pero antes de que pudiera hacerlo esa figura lo arrastro hacia las sombras solamente se podían escuchar los gritos de Julián a alejándose del pasillo que parecía interminable, el joven por fin llego a la puerta de un empujón la abrió y comenzó a subir unas escaleras él dice que sintió que corrió por más de treinta minutos sin parar hasta que por fin llego a una puerta la abrió y por fin dejo este lugar como si las sorpresas que se había llevado no fueran suficientes, entonces encontró una más salió de una casa  parecía ser la misma casa de antes, solo que esta vez había personas viviendo ahí las cuales parecían estar muy asombradas. Un señor rápidamente se abalanzo sobre este joven pesando que se había metido a robar y entre llanto y suplicas el joven le conto todo lo que había sucedido pero cuando le mostraron el sótano noto que era un sótano común y corriente. No había tales escaleras largas y mucho menos un cuarto como el que describía, llamaron a la policía y al llevarlo a la comisaria se dieron cuenta de que este joven estaba entre el grupo de estudiantes que se mantenía desaparecido hacía ya dos meses  por lo cual fue rápidamente interrogado, él  les conto la historia que les acabo de narrar pero nadie le pudo creer por el simple hecho de que el profesor Alejandro se había mudado dos semanas antes de la fecha en la que los jóvenes desaparecieron y que supuestamente eso había ocurrido, aunque cuando trataron de averiguar a donde había ido nunca lo supieron y al revisar su expediente notaron que no se sabía nada de, el antes de dar clases en esa escuela los dos jóvenes que supuestamente se habían quedado dentro de la planta superior nunca estuvieron involucrados en tal accidente o amenos es lo que ellos dijeron. Por otro lado Julián junto con su otro compañero seguían desaparecidos y hasta el día de hoy nadie sabe que pudo haber pasado con ellos.

El joven recibió tratamiento psiquiátrico durante unos años, dicen que después de salir de allí cuando su tratamiento termino abandono la ciudad aunque esos solo son rumores y la verdad sobre el paradero de los demás jóvenes sigue siendo un misterio inclusive una leyenda urbana que todos conocemos, algunas personas rumoran que Alejandro secuestro a los jóvenes otros dicen que los mato y sus cuerpos están enterrados en alguna parte de la ciudad, nunca sabremos lo que sucedió solo sabemos que este joven pudo haber vivido la peor experiencia de su vida o solo simplemente invento la historia más escalofriante que pudo haber existido en la ciudad.

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