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jueves, 27 de febrero de 2014

"La Zona del Silencio"

En nuestro mundo hay lugares especiales, lugares donde pasan cosas extrañas que caen directamente en el terreno de lo inquietante y esto no es una teoría de conspiración, es oficialmente cierto. Como prueba de ello, tú mismo lo puedes corroborar investigando, no desde lugares de internet, sino a través de recortes en el periódico. La veracidad de los tétricos hechos y de las víctimas que se han cobrado estos lugares que ganaron su temeridad a pulso, no sólo por el misterio enorme que han provocado a través de numerosas anécdotas que sus víctimas guardaron para la posteridad, si no más importante aún, porque a la fecha no se ha hallado explicación alguna a estos fenómenos. De ello trata nuestra cita el día de hoy, la zona del silencio es, junto al triángulo de las bermudas, el ejemplo más perfecto de ello en el mundo. Las cosas que han sucedido en este lugar desafían toda lógica y han dejado perplejo no sólo a los más altos niveles de las autoridades locales si no a sus vecinos también.

Se sitúa en México y comparte frontera con tres estados: Durango, Chihuahua y Coahuila. Lo más interesante de esta área en particular y que ello sirva como precedente para empezar a hablar del tema es que la zona del silencio curiosamente comparte alineación con el triángulo de las bermudas y las pirámides de Guiza y al igual que esas dos últimas este enorme desierto mexicano, y no es chiste, tiene sus propias y oscuras anécdotas. Es más que probable que muchas de ellas tengan cientos de años de antigüedad pero por lógicas razones, éstas no fueron documentadas por la historia sino hasta que ocurrieron sucesos en la era moderna. El más memorable tuvo que ver con Francisco Sarabia, un legendario aviador mexicano, quien pasó a la posteridad por haber roto un récord de velocidad durante un viaje entre ciudad de México y Nueva York también en 1939. Francisco Sarabia se llevaría un susto mortal con un incidente que casi cobró su vida. Se hallaba sobrevolando el susodicho desierto cuando de pronto su aeroplano perdió total comunicación. Desde la base sabían que algo andaba mal porque el radio del vehículo aéreo de Sarabia había enmudecido por completo. Desde el parlante se escuchaba un crepitante ruido muerto eso normalmente quiere decir que un aeroplano se ha estrellado, para que un aparato de radio falle debe ser destruido por completo, se prepararon para lo peor. Pero pasa que el avión no se había estrellado, seguía volando, su equipo de radio aparentemente había entrado en un vacío extrañísimo. Sarabia experimentó fallos de todo tipo en sus equipos, los relojes se habían vuelto completamente locos, los sistemas respondían de manera arbitraria y azarosa, la brújula no funcionaba. El hombre cuenta que el pánico que lo invadió fue terrible porque no era cuestión de creer que iba a morir, era lo ridículamente absurdo de lo que le estaba pasando y de no tener una mínima idea, en su condición de piloto, de qué hacer con semejante problema. El hombre hizo un aterrizaje forzoso, afortunadamente vivió para contarlo, pero por elección propia, más nunca sobrevolaría por ese desierto.
Pasarían varias décadas antes de que otro incidente de talla legendaria ocurriese en el mismo lugar, después de todo, estamos hablando de un desierto. El once de julio del año 1970 un misil de prueba fue lanzado desde la base militar de Green River, Utah, Estados Unidos. El aparato estaba programado para surcar el cielo y caer sobre otra base en Nuevo México, pero él arma bélica, muy para desgracia y sorpresa de los estadounidenses, tenía agenda propia. Se desvió nada menos que 400 kilómetros, y para vergüenza de ellos, cruzó la frontera hacia México. Los ingenieros de la potencia vecina no supieron jamás porque el misil había fallado de semejante manera, pero si supieran dónde fue a parar, la zona del silencio. Levantaron teléfonos, firmaron actas e hicieron papeleos burocráticos a velocidad vertiginosa y así, los militares estadounidenses consiguieron un permiso de su vecino para cruzar la frontera y buscar su aparato. Un convoy militar lo ubicó finalmente, los oficiales volvieron a pedir permiso, pero esta vez para quedarse un tiempo más en la zona,
Para ello arguyeron algo tan sospechoso que helaba la sangre, querían estudiar el lugar y es que no supieron ver qué había pasado con el misil, pero si sabían que el sitio estaba relacionado. Sea lo que sea que vieron en este desierto no les gustó para nada y se retiraron del lugar. La anécdota aun así sirvió para poner punto final al anonimato de éste erial. Ahora muchas miradas estaban posadas en él, no sólo en México, lugar al que pertenece, desde Estados Unidos también. Lejos de intimidarse por la atención y guardar celosamente sus secretos en la oscuridad, la zona del silencio apenas estaba empezando a revelar una cantidad de hechos bizarros que diario suceden en sus confines. Para empezar, se ha detectado una cantidad récord de avistamientos de objetos extraños en la pobeda celeste de la zona del silencio. Los conductores de los pocos automóviles que cruzan por la solitaria, infinita y lúgubre carretera que la traviesa, han tenido anécdotas horribles que contar, como que por ejemplo, que en la noche, en la oscuridad casi total y con los faros de luz del auto alumbrando poco más de cinco metros adelante, han dicho ver a gente caminando por el borde de la carretera. Por las circunstancias apenas alcanzaron a ver poco más que sombras andando por ahí pero que se sepa, ninguno tuvo el valor de detenerse para ver bien o interactuar con estas personas. Muy por el contrario se sintió como un salto infartante en la tranquilidad engañosamente monótona del sitio. Quienes procuran pasar de día no han corrido con mejor suerte, las visiones del desierto son de por si inquietantes, empezando por los esqueletos de animales que se pueden ver con relativa frecuencia, es como si todo se configurase para ser un monumento al mal augurio. Pero tras esto hay algo bastante tétrico, los campesinos que viven en zonas aledañas dicen que los animales eligen ir a la zona del silencio como si estuvieran atraídos por alguna fuerza poderosa y sospechosa hacia el tétrico lugar, aquí vienen a perecer
¿Qué es lo que ocurre en la zona del silencio? ¿A qué se deben los avistamientos de los lugareños y los transeúntes que han pasado por este sitio? Y finalmente,  ¿cómo se explica que los animales vengan aquí a morir?
Quizá haya una explicación, o quizá se deba a algo extraordinario y terrorífico por igual, sea como sea, a la fecha, la zona del silencio es tenido como uno de los misterios más grandes del mundo.

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