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sábado, 15 de marzo de 2014

El Caso del Hoyo de Mel (PARTE 1)

Luego de 16 años, el hoyo de Mel permanece como una de las historias más extrañas y perturbadoras que jamás se hayan contado hasta el día de hoy la gente sigue investigando el fenómeno que en su momento causo insomnio y dejo a intranquilos y perturbados a miles deradio escucha en todo Estados Unidos.




Empezó en el programa Coast to Coast un espacio radiofónico que versa sobre fenómenos extraños donde los escuchas pueden llamar para contar sus historias. Art Bell, el locutor y anfitrión en aquel entonces, siempre le dio un toque muy serio a temas interesantes por lo que al espacio suelen llamar personas que han visto cosas muy sobrias y específicas, luces en el o luceros extraños, pero una noche cerca de la madrugada un individuo con el nombre, falso de Mel Waters se comunicó al programa y desde entonces las cosas ya no volverían a ser iguales.

Era el año de 1997, Art Bell dirigía el programa como siempre. El joven que manejaba la consola le hizo una seña tras el vidrio, indicándole que tenían a un escucha al aire, Art lo saludo, el hombre se presentó como Mel Waters quien por su voz se notaba como un individuo maduro de entre 50 y 60 años. El señor se notaba reticente, pero luego de un par de cortesías Art Bell lo invito a hablar y vaya que el señor tenía una historia que contar. No dio su ubicación exacta en ningún momento, era muy cauteloso pero se identificó como el dueño de una propiedad de varias hectáreas en Manastash Ridge a unos 30Km de  Ellensburg, Washington, área rural.

“El Sr. Waters” que es como nos dejó conocer. Afirmo que un día caminando solo encontró un hueco de más o menos 3 metros de diámetro y estaba tan perfectamente delineado que las malezas y plantas del suelo habían respetado tanto los bordes que llamaba mucho la atención al ver el gran tamaño que tenía. Al asomarse por un costado se veía un fondo negro, lo primero que hizo Mel, luego de estar varios minutos ponderando el asunto con el sol pegando en la frente y con manos en la cintura, fue agarrar una piedra y arrojarla. Hubo un total silencio, no escucho la piedra llegar al fondo, él se puso de rodillas y acerco al borde, en ese momento el hombre afirmo haberse sentido muy inquieto así que inmediatamente se puso de pie y retrocedió un par de metros, pero eso no quería decir que había terminado con el asunto. Ahora que había visto semejante cosa en su propiedad ya no había vuelta atrás, el Sr. Mel, camino varios minutos buscando, ya no una piedra, sino una roca de esas que se levantan con ambas manos, con el esfuerzo de sus huesos la llevo hasta el hoyo y la arrojo, para su sorpresa nuevamente la misma historia, no la escucho chocar.

En ese momento durante la llamada telefónica Mel le indico a Art Bell que esa noche no pudo dormir bien y que al día siguiente regreso al hoyo. Esta vez no caminando sino usando su camioneta para seguir contemplándolo. El hombre aclaro que había poseído la propiedad durante muchos años, pero esta era la primera vez que veía semejante cosa, fue entonces cuando decidió coger al toro por los cuernos, Mel Waters, se subió a su camioneta y condujo hasta la ferretería del pueblo y le hizo una petición muy inusual al vendedor, que le diera todos los metros de soga que pudiera vender, fue así como hizo su primer experimento serio.

Amarrando a una estaca que él había clavado en la tierra con un vaso, Mel arrojó más de 20 metros de cuerda enrollada dentro del hoyo. Su sorpresa fue grande cuando esta cayó con larga era y quedó guindando con el extremo extenso del lado amarrado en la estaca. El hombre no cabía dentro de sí y el misterio de qué tan profunda podría ser esa caverna vertical se hizo mucho más grande. Al contar su historia en el pueblos, Mel se dio cuenta de que varias personas (Algunos mucho más viejos que el) conocían el hoyo, de hecho debido a la naturaleza serena y amable del señor Waters, varios admitieron con mucha vergüenza que a través de los años en varias ocasiones traspasaban su propiedad para deshacerse de objetos grandes y viejos como, neveras antiguas, llantas de auto destruidas, electrodomésticos inservibles y auto erosionadas arrojándolas al hoyo, pues era mucho más rápido y lo más importante barato que deshacerse de estas cosas enormes por los medios apropiados. Mel no se enojó por esto, al contario se sintió asombrado, sin embargo estas personas no compartían la misma curiosidad intelectual que él, eran pobladores de toda la vida y no se hacían muchas preguntas profundas. Así que nadie le dio importancia al hoyo que si le estaba dando el, Mel no les pregunto con qué derecho traspasaban su propiedad, Mel pregunto algo que tuvo un montón de respuestas negativas. Nadie recordó haber escuchado que nada que lo que arrogasen allá adentro tocará fondo.

Los días pasaron, Mel afirmó en la conversación telefónica en vivo que a menudo iba al hoyo acompañado de personas, amigos y toda clase de gente que él pensara lo pudiera ayudar a resolver el misterio.

Un día con el auxilio de otros pobladores y un encargo a la ferretería del pueblo, lograron obtener varias sogas y amarrarlas entre sí hasta formar un cordón de 1,500 pies, es decir, 457 metros de largo. La primera vez, arrojaron el montón de rollos de cuerda al vacío con un objeto amarrado a esta. La sorpresa fue grande cuando una vez más notaron que no tocaba fondo, lo hubieran podido dejar caer sino hubiese estado sujeta a algo y la cuerda se hubiera perdido en el vacío. Decidieron probar un experimento más osado, tomaron a una oveja adulta y con ayuda de la cuerda la hicieron descender hasta el fondo para ver qué pasaba. 

Mel afirma con voz temblorosa que siempre se arrepintió de haber hecho semejante cosa. Resulta que cuando lograron descender al animal hasta el fondo sintieron un tirón muy fuerte, seguido de una serie de vibraciones que se sentían tocando la cuerda, tanto Mel como sus colegas se vieron las caras asustados y empezaron a tirar. Los minutos pasaban y era tortuosos y seguían jalando y jalando, con cuidado eso sí porque sabían que estaban levantando a un animal. Cuando finalmente descubrieron que paso, lo que antes era una oveja con un pelaje hermosamente blanco se había transformado en un horror que parecía un horror de carnes crudas. El tortuosamente describe que parecía como si hubiesen agarrado las entrañas del animal y las hubiesen volteado hacia fuera, recuerda que, tuvo que reprimir a arcadas pues además el olor a grasa y sangre era muy fuerte. ¿Saben que es lo más horrible? Que lo peor no fue eso, uno de los campesinos, un hombre muy viejo y experto, recostó el cuerpo del animal en el piso y se puso a analizarlo largamente. A pesar de que el pelaje ya no estaba ahí y lo que quedaba era un despojo a carne viva se percató de que la panza de la oveja estaba muy hinchada y que encima parecía tener una cicatriz. El hombre ni corto, ni perezoso, tomó un cuchillo y abrió al animal con cuidado, en ese momento los hombres contemplaron el horror absoluto. Resulta ser que la oveja estaba preñada, pero algo era seguro, Mel no iba a poner en peligro a un animal preñado eso hubiese sido cruel y además un desperdicio de los propios recursos de su propiedad, él y los testigos afirman que aquella cosa horrible no era un feto de oveja pero que descansaba en su interior era muy distinto que le habían metido adentro durante todos aquellos minutos que los hombres lucharon por subir la cuerda devuelta. De mas esta decir que más allá de ser algo parecido a un feto, aquella cosa tenía un aspecto repugnante, llevados por el miedo, por la angustia y por la decidía del momento los señores cometieron un gran error, que fue arrojas a la oveja y a la pequeña abominación que yacía dentro de ella al hoyo deshaciéndose así de dos pruebas muy valiosas.

Más tarde Mel afirma que con parte de sus ahorros mandó a manufacturar a través de una compañía pesquera nada más y nada menos que un carrete con 80,000 pies de cuerda para pescar, estos son aproximadamente 24,384 metro. El carrete se colocó sobre su camioneta y con ayuda de varias personas, dejaron caer una peonza bastante pesada amarrada al cordón. El aparato funciono y funciono durante horas girando dejando caer la cuerda, era aterrador, pero al final del día, aquella cosa no toco fondo.

Esta fue la PARTE 1, la PARTE 2 ya se encuentra disponible en nuestra pagina si te vuelves a meter a ella. Comenta que te pareció y comparte. No olvides VOTAR.

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